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Waldemar Bastos

  • Artistas de Angola, Irak, Georgia, Tuva y Malí forman parte del ciclo que se desarrollará de febrero a junio.

La Fundación Caja Castellón ofrece, de febrero a junio de 2008, la nueva edición de primavera, por octavo año consecutivo, del ciclo Los Sonidos de la Biodiversidad, un ciclo que en diciembre de 2007 cumplió sus 50 conciertos y que ha sido galardonado con el Premio Onda Cero de la Música 2007 en los VI Premios “Onda Cero Castellón”. Con las músicas de importantes artistas de Angola, Irak, Georgia, Tuva y Malí, inspiradas en el sustrato tradicional y enriquecidas por las múltiples relaciones culturales, se pretende contribuir al conocimiento de la diversidad ecológica de nuestro planeta; la cultura, la historia y el medio en el que se han creado estos sonidos como una de las manifestaciones más genuinas e inherentes al saber de los pueblos.

Un viaje sonoro por la tradición, actualizada con nuevos ritmos, instrumentos y composiciones sin perder su carácter, a través de músicas que reflejan espléndidamente la interculturalidad y biodiversidad de las sociedades. Los sonidos y las melodías serán los encargados de estimular la sensibilidad necesaria para valorar nuestro propio patrimonio ecológico y social, principio fundamental para el desarrollo sustentable, la solidaridad y la concordia que permitirán conservar la gran riqueza biológica y cultural que tenemos a nuestro alcance.

Conferencias y conciertos.
Los actos comenzarán a partir de las 20 horas, en el Salón de Actos de la CÁMARA DE COMERCIO, INDUSTRIA Y NAVEGACIÓN DE CASTELLÓN (Avenida Hermanos Bou, 79). Precediendo cada uno de los conciertos tendrán lugar las conferencias que tratarán sobre las raíces de la música: el país, el medio y la cultura.

Las entradas se podrán retirar en la recepción del Edificio Hucha, a lo largo de la misma semana en que se celebre el concierto, a cambio de una colaboración simbólica de 1 € que se destinará a la realización de actividades de Conservación de la Naturaleza.

15 de febrero de 2008
WALDEMAR BASTOS (Angola)

Formación:
Waldemar Bastos: voz y guitarra
Elias Cakomanolis: bateria
Mucio Sa: guitarrra    

Artista de sensibilidad exquisita y uno de los cantautores africanos más auténticos y comprometidos con la realidad social de África, su música es el latido de su país, Angola, al que siempre regresa en sus canciones. Waldemar Bastos tuvo que salir de Angola cuando, tras una asoladora guerra independista, estalló la guerra civil y los artistas eran acusados de subversivos, encarcelados y asesinados. Sufrió la represión y la cárcel y ante esta situación, se exilió primero en Portugal y más tarde en Brasil, donde grabó su primer disco, Estamos juntos con Chico Buarque. Años después regresó a Portugal, donde reside, y editó Angola Minha Namorada, el álbum que entusiasmó a David Byrne, quien lo invitó a participar en un recopilatorio de música afro-portuguesa, junto a artistas como Cesaria Évora. También le abrió el mercado estadounidense editando bajo su sello Pretaluz, disco dedicado a la memoria de su hijo asesinado, al que también consagra su carrera y el mensaje de su música: la búsqueda de la paz, el optimismo y el poder del amor. A pesar del exilio, la popularidad de la voz de Angola, como se le conoce, no se deterioró en su país, incluso la canción que da título a su tercer trabajo, Pitanga madura, se convirtió en “himno electoral” de todos los partidos políticos nacionales. A finales del 2004, presentó su último álbum Renascence con temas del popular género semba, interpretadas con instrumentos tradicionales angoleños. De Angola a Portugal, pasando por Cuba y Brasil, su música es un puente entre África y Occidente que atraviesa los mares como él los atravesó. Con él, su melancolía, reflejo de las noches africanas junto a la hoguera, se tiñe se semba, de fado y de cadencias de samba.  Y hoy como ayer, la lírica nostálgica de este cantante de corazón herido tiene el embrujo de ser un canto a la vida, a la belleza, a la esperanza y a la defensa de valores pacifistas, con la fuerza de sus raíces.

14 de marzo de 2008
LES MESOPOTAMIENS (Irak)

Formación:
Hawar Bassem: joza
Osama Abdulrasol: kanun
Wessam Al-Azzawy: santur
Abdullatif Saad Abdullatif: daff y dumbak 

La música tradicional culta de Irak nos viene de la mano de Les Mésopotamiens, maestros del prestigioso y hoy clausurado Instituto de Música de Bagdad. El conflicto bélico ha hecho que los mejores artistas iraquíes se vieran obligados al exilio. Bruselas fue el destino de los cuatro músicos que integran Les Mésopotamiens. Gracias al Centro Cultural Árabe de esta ciudad y a su director, Ali Kheder, estos músicos han podido reemprender su actividad musical y la labor de difusión de la música tradicional de su país. Formado por maestros ya legendarios como Munir Bashir, el líder del conjunto, Wessam Al-Azzawy, asimiló el conocimiento de la sutileza del repertorio culto y se ha convertido en un intérprete cualificado del maqam.  El maqam iraquí figura entre las tradiciones cultas que mejor se han preservado en el mundo árabe, una música ya cultivada en la corte de los abásidas y mantenida alejada de la occidentalización que afectó a otros repertorios árabes. Por ello, todavía hoy, el maqam iraquí se interpreta con los instrumentos que genuinamente le han sido propios: el laúd árabe, la cítara persa (santur) y la viola iraquí (joza), nutriéndose de la inagotable poesía clásica.  Descubramos, de la mano de Les Mesopotamiens, el arte exquisito del maqam, un rico patrimonio musical también en peligro por la actual situación de Irak y declarado por la Unesco Patrimonio Intangible de la Humanidad.

11 de abril de 2008

THE SHIN – EGARI PROJECT (Georgia)

Formación:
Zaza Miminoshvili: guitarra acústica, eléctrica y pandero
Zurab J. Gagnidze: fretless, bajo eléctrico y acústico, voz
Mamuka Ghaghanidze: voz y percusión
David Shanidze: voz principal
Alexander Khizanhishvili: chonguri, duduki, salamuri, chiboni, chuniri, baile y voz
Khvicha Khvitisiashvili: panduri, duduki y voz
Zviad Totiauri: duduki, doli y voz
David Skhirtladze: doli, baile y voz 

The Shin, en georgiano el camino a casa, se formó  en 1998. Tras participar en varios festivales y ganar diversos premios, pertenecen a la élite artística de Georgia donde son muy respetados como compositores y músicos.  Han creado piezas para producciones del Teatro Estatal de Tbilisi, cine, TV y radio y han realizado talleres sobre polifonía polirítmica georgiana. Además, han participado en varios proyectos internacionales, junto a grandes compositores y artistas como Gia Kancheli o Chaka Khan. Su música es una genial combinación de melodías folk, sabiamente mezcladas con toques de jazz, samba y hasta rock, una magnífica percusión y bellas polifonías nativas.  En su búsqueda de un sonido definitivamente georgiano, han creado una fusión transregional de varios estilos tradicionales de Georgia que hacen sus conciertos emotivos y dinámicos, apasionantes y exquisitos. Su más reciente proyecto, EgAri, está basado en música instrumental tradicional, polifonías vocales y danzas que por primera vez unen la ya de por sí segmentada cultura georgiana. Para ello reúne a los mejores músicos de instrumentos arcaicos de la escena nacional, combinando lo antiguo y lo moderno sin perder ni un ápice del espíritu de las tradiciones de Georgia.

16 de mayo de 2008

HUUN-HUUR-TU (Tuva)

Formación:
Kaigal-ool Khovalyg: voz
Sayan Bapa: voz, doshpuluur, igyl y guitarra acústica
Radik Tolouche (Tiuliush): voz, igyl
Alexey Saryglar: voz, percusión tradicional Tuvan 

Huun-Huur-Tu, literalmente el propulsor del sol, la luz que se quiebra sobre la hierba al amanecer y al anochecer, asume el papel de embajador cultural de su país, la República de Tuva. Esta región, fronteriza entre Mongolia y Siberia, fue invadida por todos los vecinos posibles hasta declarar su independencia, en 1921. Desde hace unos años, artistas como Huun-Huur-Tu, han decidido exportar su cultura a occidente y con ella uno de los rasgos fundamentales de su tradición musical: los sonidos guturales que, cuentan, se aprenden cuando convives mucho tiempo en soledad con los animales y has de comunicarte con ellos. Y es que este misterioso lenguaje está arraigado en las tradiciones ancestrales, transmitidas entre generaciones mientras cuidaban el ganado en las frías estepas. El canto gutural, cautivante y rico en matices y armonías, está basado en una técnica de utilización de la laringe, por la cual el vocalista puede cantar dos o incluso tres voces al mismo tiempo (canto difónico). Está acompañado por instrumentos tradicionales con sonidos fascinantes, como el igyl, violín “cabeza de caballo” de dos cuerdas, el toshpulur, un laúd de mástil largo e instrumentos de percusión tradicionales como el tungur y el dazhaaning khavy. La naturalidad y autenticidad de Huun-Huur-Tu, casi rompiendo las leyes de la física, ha llevado el grupo a enseñar por el mundo entero sus prodigiosos registros: televisiones, bandas sonoras de películas y, entre muchas de sus colaboraciones, conciertos privados en la propia casa de Frank Zappa, enamorado de este género. Es en sus conciertos donde se puede comprender la dimensión de este prodigio y comprobar cómo sus poderosas cuerdas vocales pueden hacerte cómplice de su mágica comunicación con la madre naturaleza.

13 de junio de 2008

HABIB KOITÉ (Malí)

Formación:
Habib Koité: voz solista y guitarra acústica
Souleymane Ann: batería y voces
Abdoul Wahab Berthe: bajo, kamale n’goni y voces
Kélétigui Diabaté: balafón y violín
Mahammadou Kone: percusiones tradicionales (tama, dum dum, caragnan)
Boubacar Sidibe: guitarra, armónica y voces 

Habib Koité proviene de un linaje noble de griots Khassonké, de la región de Kayes. Heredó su pasión por la música de su abuelo que tocaba el kamalé n’goni, un arpa tradicional asociada a los cazadores. Y él ha adaptado los acordes de este instrumento a su guitarra eléctrica, desarrollando un estilo muy personal, al que llama danssa-doso, mezclando el popular ritmo Bambara danssa con el doso, la música de los cazadores, una de las tradiciones más antiguas, y los sonidos del tama (tambor hablante) y del bala (xilofón africano), logrando una fusión única y muy atractiva de géneros de las diferentes etnias que componen el país. Estudió música en el Instituto Nacional de las Artes (INA) de Bamako, donde dirigió la orquesta STAR, prestigiosa banda de alumnos; continuó como profesor de guitarra y tuvo la posibilidad de trabajar con grandes músicos malienses como Abdoulaye Diabaté o Toumani Diabaté. En 1988, formó su propia banda, Bamada. Desde entonces, ha publicado cinco discos y ha ido consolidando su prestigio internacional, gracias a varios premios y al éxito de temas como Cigarrette a Bana, que le abrieron las puertas del mercado mundial y lo situaron en la cima de los principales charts de world music. Con su nuevo disco, Afriki, se ha convertido en una de las estrellas más respetadas de la música africana, como lo demuestran las más de 100.000 copias vendidas y los casi mil conciertos por todo el mundo. Su talento y virtuosismo han despertado también el reconocimiento de grandes artistas como Jackson Browne y Bonnie Raitt con quienes ha compartido escenario. Artista de una generación que ha visto caer las barreras culturales, con un pie anclado en el pasado y el otro preparado para evolucionar, Habib Koité sabe que amar y respetar la música de sus antepasados, es el lazo que necesita guardar el mundo moderno para conservar su alma.

[Fuente: Los sonidos de la Biodiversidad]

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