El pianista Bebo Valdés ha fallecido a los 94 años de edad en Suecia después de pasar los últimos años en Benalmádena, donde había establecido su residencia, y padecer últimamente Alzheimer. El compositor, arreglista y pianista ha sido uno de los músicos más grandes que ha dado Cuba en el siglo XX, tras salir de la isla en los años 60 llegó a Suecia y pasó cuatro décadas en completo anonimato. Gracias a la invitación de Paquito D´Rivera y su especial relación con el cineasta Fernando Trueba, Valdés tras décadas retirado viviría una segunda oportunidad participando en películas, grabando discos (siendo galardonado por estos trabajos con Grammys) y ofreciendo su música en conciertos y giras.
Dionisio Ramón Emilio Valdés Amaro nació un 9 de octubre de 1918 en Quivicán, un pequeño pueblo al sur de La Habana, inició sus estudios musicales en el Conservatorio Municipal de La Habana y comenzó a trabajar como arreglista para la radio. Tras tocar en el mítico Tropicana con los más grandes artistas de la época decide exiliarse de Cuba tras la revolución cubana en 1960. Después de cuatro décadas en Estocolmo, trabajando en restaurantes y hoteles, donde vivía jubilado de manera sencilla, Paquito D´Rivera le llamó para participar en uno de sus discos, “Bebo Rides Again” (1994). Aquel encuentro supuso el regreso a un estudio de grabación después de varias décadas retirado. Aquel álbum fue el comienzo de una nueva vida artística, poco después el director de cine Fernando Trueba le invita a participar en “Calle 54” (2000), extraordinaria película dedicada a grandes figuras del jazz latino donde Bebo se reencontraba después de años con su hijo Chucho Valdés, interpretando juntos “La comparsa”, y un dúo magistral con Cachao, juntos dos grandes pilares de la música cubana, interpretando “Lágrimas negras”. Trueba que ya era admirador del cubano descubre entonces el lado humano del pianista e inicia una relación muy estrecha, le edita sus discos e incluso aparece en algunas de sus películas como “El embrujo de Shanghai” (2002), protagoniza junto al brasileño Carlinhos Brown «El milagro de Candeal» (2004) y es el personaje protagonista en la reciente película de animación “Chico y Rita” (2010). El gran público le conocería a través de “Lágrimas negras” (2003) su colaboración junto al cantaor Diego el Cigala, un disco donde repasaban un repertorio integrado por clásicos de la música popular de iberoamericana.
El libro “Bebo de Cuba” (RBA, 2008), el escritor y admirador sueco Mats Lundahl, retrató en un grueso volumen de casi 500 páginas al gran ser humano que fue Bebo Valdés y toda su carrera artistica.
