- La joven cantaora onubense publica “El Niño”, en su segundo disco conviven el flamenco clásico y la vanguardia
Rocío Márquez dedica su nuevo disco a Pepe Marchena y a su forma no ortodoxa de interpretar el flamenco que le convirtió en un artista poliédrico y un personaje polémico. La joven cantaora y compositora onubense en su nuevo disco rinde homenje a El Niño de Marchena –como también se conocía a José Tejada Martín (1903-1976)– a través de una colección de números en los que pervive su espíritu desde un punto de vista muy contemporáneo aportado su propia visión.
“La palabra que relaciono directamente con Pepe Machena es «libertad»”, dice Rocío Márquez. “El Niño” (Universal Music, 2014) es su segundo álbum, el debut lo tituló “Claridad” (Universal Music, 2012) y en aquel disco abordó un repertorio de cantes clásicos donde había bulerías, habaneras, abandolaos, tarantas, nanas y tangos. Pero antes editó un DVD “Aquí y ahora” (El Séptimo Sello, 2009). Su cante está construido sobre el profundo conociento de los palos flamencos, una voz delicada, afinada con sabor a cante clásico, que se eleva hacia lo más alto.
“Traducción de la tradición, con sus necesarias traiciones; que no hay otra manera, como bien decía Enrique Morente. Ya digo. Trasmisión. Magia. Magia blanca.” escribe el artista plástico Pedro G. Romero en las espléndidas notas introductorias que acompañan el libreto y que detallan cada uno de los números con finos datos y certeras apreciaciones.
En el álbum de Rocío Márquez –ganadora de La Lámpara Minera de La Unión (Murcia) en 2008–, están presentes las formas clásicas y las más experimentales y transgresoras, para las primeras ha contado con la producción de Faustino Núñez (conocedor enciclopédico de la tradición), para la segunda está Raül Fernández Refree (camaleónico productor al que también ha recurrido la catalana Silvia Pérez Cruz). Le acompañan en la guitarra Manolo Franco y el maestro Pepe Habichuela –que llegó a tocar para Marchena–, y Raúl Rodríguez en el tres cubano.
Ha registrado un repertorio donde hay fandangos y guajiras, tal vez los cantes más populares y conocidos de El Niño de Marchena, además de las colombianas –el palo que creó– y un mirabrás. Pero también, palos menos conocidos en el reperotorio del cantaor sevillano como la soleá, además aborda con solvencia plena cantes de levante demostrando su talento y conocimiento. Márquez ha reservado para el comienzo una granaína con letra de Mario Benedetti acompañada al toque de Miguel Angel Cortés, y en los números que entrega hay una futurista canción colonial “Los esclavos” con El Niño de Elche en el recitado y Víctor García.
En resumen, un álbum que marca el rumbo del flamenco más contemporáneo, apoyado en solidos cimientos pero sin dejar de mirar al horizonte para mantenerlo vivo.
El disco “El Niño” (Universal Music) de Rocío Márquez se publicó el 23 de septiembre www.universalmusic.es
