- El músico francés, virtuoso del qanún y apasionado de la música árabe, murió a los 61 años después de una larga lucha contra el cáncer
El Ensemble Al-Kindî lo fundó el músico y compositor francés Julien Jalal Eddine Weiss hace tres décadas. Tomó su nombre en homenaje al famoso teórico de la música árabe del siglo IX Abu-Yusuf Al-Kindi (Irak, 801-873). El conjunto instrumental ha contado en su trayectoria con los mejores músicos de Siria, Túnez e Irak, además de grandes voces. El pasado viernes 2 de enero la prestigiosa formación dedicada a la música del mundo árabe perdía a su fundador y director a causa del cáncer que padecía los últimos años.
Julien Jalal Eddine Weiss (París, 18 de octubre de 1953 – 2 de enero de 2015) se convirtió al Islam en 1986 y tomó como nombre musulmán Jalal Eddine en homenaje al gran poeta sufí y fundador de la orden derviche, Mawlana Jalaladdin Rumi.
Weiss ha sido un virtuoso del qanún y un entusiasta de la música árabe que buscaba llevarla a un público más amplio. Nació en París de padre y madre procedentes de la Alsacia francesa y la fascinación por la música árabe se remonta a 1976 cuando asiste en la capital francesa a un recital de Mounir Bashir (1930-1997), el gran maestro iraquí del oud del que llegará a ser discípulo y amigo. Desde la mitad de la década de los setenta deja la guitarra clásica –había estudiado en la Ecole Normale de Music en 1965– y las armonías del jazz para lanzarse al aprendizaje del laúd árabe. Finalmente se decantó por el qanún y aprendió de los grandes maestros de la cítara oriental de Túnez, Beirut (Líbano), Bagdad (Irak), El Cairo (Egipto), Estambul (Turquía) y Damasco (Siria).
En 1995 se estableció en el corazón de Alepo, en Siria, en un palacio del siglo XIV, una residencia privilegiada donde pudo compartir por igual su pasión por el arte y la arquitectura islámica, además de estudiar, crear nuevas composiciones y repertorios. Por su acogedor salón pasaron ilustres invitados.
Julien realizó conciertos por todo el mundo con cantantes de renombre Husayn al-ADHAMI de Bagdad, Lutfi Bushnaq de Túnez, Abid al-Dayikh, Omar Sarmini, Sabri Moudalal y el jeque Hamed Habboush de Alepo y Sheikh Hamza Shakour (1946 – 2009 ). Con Sheikh Hamza Shakour y sus Derviches Giróvagos de Damasco realizó la mayoría de sus conciertos –más de 500– a nivel mundial (Teatrê de la Ville de París, Carnegie Hall de Nueva York, Royal Festival Hall de Londres, Hong Kong, Sao Paolo…
Desde 2003 se trasladó al barrio Gálata de Estambul donde estudió música clásica otomana. Hasta el estallido de la revolución pasaba su tiempo entre la cosmopolita urbe turca y la milenaria ciudad siria. Desde 2006, trató de «unir» la música árabe y otomana convencido de que fueron divididos únicamente por las fronteras políticas pero que tienen fuentes comunes. El resultado de ese trabajo de aproximación fue su último álbum “Parfums ottomans” (Le Chant du Monde/Harmonia Mundi, 2006).
La ultima gran creación de Julien fue el “Stabat Mater Dolorosa”, un homenaje cristiano y musulmán a la Virgen María creado en 2011 para el Festival de Música Sacra de Fez (Marruecos). El proyecto reunió a más de 40 artistas en el escenario, el Coro Ecuménico ortodoxo de Atenas, cantantes y muecines desde Damasco, Estambul, así como la voz de la cantante cristiana libanesa Rania Younes.
La última edición de la Fira Mediterrània de Manresa programó al Esemble Al-Kindi y los Derviches Giróvagos de Damasco, dentro de la gira que les llevó por dos ciudades españolas (Barakado y Zaragoza) sin la presencia de su fundador que se encontraba gravemente enfermo.