Alberto Alcalá (Antequera, Málaga, 1986) está actuando en diferentes puntos de la península, el pasado sábado regresó al pequeño escenario en Libertad 8, la emblemática sala para la canción de autor en Madrid, y en los próximos días estará en València, Murcia y Elche.

En los conciertos que está dando el artista malagueño presenta una selección de los temas ya publicados en sus discos, y comienza a compartir las nuevas canciones que ha compuesto más recientemente, desde salió ‘Tragaluz” (LoSuyo, 2018) y que le produjo Leo Minax y Gonzalo Lasheras y para el que contó con el contrabajisa Javier Colina y el percusionista Borja Barrueta.

Se dice que “Alberto Alcalá es una de las voces más originales del panorama actual de canción” ─así viene en la presentación de su página en la red social Facebook─, y basta conocer las canciones que ha compuesto en los dos discos que ha publicado hasta la fecha ─debutó con “Ensayo y Error” (2013) con la producción de Diego Guerrero, y colaboradores como Jorge Pardo, Javier Ruibal y Miguel Ángel Márquez (Antílopez)─ para saber que es cierta la afirmación. “En sus composiciones tienen cabida la música andaluza y el flamenco, y la canción popular española y latinoamericana siempre atravesadas de poesía y humanidad” describen en su perfil. Si además de escucharlo en disco se ha tenido la ocasión de verlo en directo, se puede añadir que su talento, sensibilidad y capacidad emocionar es única.

Alcalá es un artesano de la canción de autor, minucioso, preciso y expresivo; ha encontrado en Javier Ruibal su mejor maestro, como el gran artista gaditano sus canciones sintetizan en los pocos minutos que duran relaciones humanas, vivencias y experiencias. “Resuena a lo andaluz de siempre y abre puertas al futuro que seremos, con la lucidez del que sabe bien que el oficio requiere de esmero y perseverancia” dice Javier Ruibal sobre el músico malagueño que se ha desarrollado en el ambiente musical de Granada.