Gerard Díaz es el único integrante de La Companyia MINIMíssima, un proyecto personal en el que participan una decena de colaboradores, artistas de diversos ámbitos no solo musicales con los que el multi-instrumentista catalán tiene una relación de amistad o intereses comunes. La idea surge de hacer música tradicional, aportando nuevas composiciones propias. En el primer álbum que publica con este proyecto de resistencia poética y de reivindicación de la música de raíz, la sensibilidad y la ternura como elementos imprescindibles. Díaz se muestra necesariamente con una cantidad notable de instrumentos, como el acordeón diatónico, la concertina, violín, shruti, contrabajo, guimbarda pandero cuadrado, qarkabas, voces, pies y manos. A los que se suman en diferentes momentos Lixsania Fernández en la viola da gamba, Marc Torrent en la zanfona, Sara Guri en el erhu, Angel Martín en las percusiones, Alberto Larraz en el clarinete, Jordi Esteve en las percusiones y David Vila i Ros que en su texto llama a reclamar otro mundo posible (y necesario). Todas las piezas, salvo una de Joan Turu, están basadas en melodías tradicionales. Minimalismo de raíz tradicional, sencillez, creatividad y emoción. Porque hacer música popular y darla a conocer tiene mucho de utopía, “resistir sin ninguna esperanza, por poesía” como se  escucha en el álbum en la voz de su autor Pep Divins, poeta y pastor de Solsonès.

LA COMPANYIA MINIMÍSSIMA
La companyia MINIMíssima
(Segell Microscopi, 2020)
www.microscopi.cat