No ha sido una traerá fácil la que ha emprendido Juan Carlos Romero (Huelva, 1964) para grabar los números que se incluyen en este álbum, una colección de grandes éxitos de la música clásica. Como el propio guitarrista onubense reconoce ha tenido que salvar dificultades, perseverante en su labor creadora y dedicarle el tiempo necesario para que al final el proyecto llegue a buen puerto, como así ha ocurrido. Comenzó en 2018, se fijó en páginas de autores clásicos, de los llamados compositores cultos, se puso a leer partituras de Verdi, Bizet, Puccini, Bach, Fauré, Schubert, Debessy y Händel, y las ha hecho suyas en la grabación que entrega. No es la primera vez que un gran guitarrista flamenco aborda páginas de esta envergadura, lo hizo Paco de Lucía con Falla, y también Juan Manuel Cañizares en álbumes de una soberbia exquisitez y virtuosismo ─Falla, Granados, Albéniz, Rodrigo…─. Romero que viene del flamenco, acompañó a Manolo Sanlúcar por los teatros de todo el mundo, aprendiendo, madurando y creciendo como intérprete, creador y artista; ha producido a Miguel Poveda, Arcángel, Carmen Linares; ha secundado a flamencos como José Mercé, Enrique Morente o El Pele, a artistas como Rocío Jurado o la misma Montserrat Cabellé. Las compañeras en las voces de esta singular propias son Pasión Vega, Rocío Márquez, y Eva la Yerbabuena en el baile, todas artista de sobrada solvencia capaces de ajustarse a las exigencias. Porque esa es la clase del disco, como acertadamente afirma Antonio Lucas, “Romero no pretende aflamencar a Bach, a Bizet, a Puccini, a Fauré o a Debussy, sino releer lo que hay en sus armonías con la guitarra inapelable”. Hace música a partir de la comprensión profunda de cada nota en el pentagrama, asimilándolas las melodías nos las muestra con su talento.
JUAN CARLOS ROMERO
Arias impuras
(Nuba Records, 2022)
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