Sigue imparable después de veinticinco años dedicada a la preservación y reinterpretación de las tradiciones musicales del Kurdistan y alevíes, Aynur Doğan con una decena de álbumes propios en su discografía desde su debut, ‘Seyir’ (2002), a las que hay que sumar decenas de colaboraciones en otros discos. No solo es una de las artistas folclóricas kurdas que mayor éxito tiene, además sus trabajos siempre encuentran el reconocimiento de los especialistas tanto kurdos como turcos, y la prensa internacional la destaca con cada nuevo disco ocupando las portadas de prestigiosos medios musicales como Songlines Magazine, Folk Roots, o generalistas como The Guardian en el Reino Unido o El País en España.
Su fórmula permanece fiel desde sus primeros discos, su voz extraordinaria pone el foco en la herencia musical del pueblo kurdo, sus raíces, que ponen en un contexto global que la ha llegado a colaborar en proyectos como el impulsado por Yo-Yo Ma y su Silk Road Ensemble, también junto a Riccardo Muti Kayhan Kalhor, Javier Limón, Kinan Azmeh, o la NDR Big Band.
En este disco hace una regresión en el tiempo, retrocede a su infancia y se adentra en las profundidades de su alma. “En ese instante, un vacío se adueña de mi corazón y me desplomo como si hubiera caído en las garras de un recuerdo que jamás podré revivir. Sin embargo, la primavera que florece en mi pecho, las mesetas coloridas, los lagos y los insectos fluyeron de mis recuerdos con una armonía, ¡acompañados de un profundo anhelo!” explica la cantante de Çemişgezek (1975), una población en la que convivían kurdos y turcos. “Entonces, recuerdo a la gente, recuerdo la compañía, y mi cuerpo se conmueve con todas sus conexiones”, y a consecuencia de aquellos recuerdos “una amarga soledad dentro de mí, un profundo anhelo, y mi memoria presenta vidas convertidas en historias destrozadas”. Evocador, emocionante.
AYNUR
Rabe
(Dreyer Gaido, 2024)
www.dreyer-gaido.de