Kristi Stassinopoulou, autora de las letras, junto a Stathis Kalyviotis, compositor de la música, presentan uno de los trabajos discográficos más interesantes, emocionantes y contundentes de cuantos se están produciendo en Grecia. Las letras de Stassinopoulou (escritora, dibujante, compositora, letrista e instrumentista) retratan momentos concretos de viajes, vivencias y estados emocionales durante las giras de la banda por todo el planeta: “las canciones de este disco son “diarios” de los viajes que hemos realizado con el grupo en los últimos años”; furgonetas, aeropuertos, hoteles,.. fueron el entorno donde crearon las canciones que marchan desde la melancolía a la euforia.  Los referentes geográficos son bien diversos y distantes entre sí: Alemania, Jafa (Israel), Barcelona-Cantabria y Almería (España), Montreal (Canadá), Sao Paulo (Brasil), Erivan (Armenia), Arambol (India) y Atenas (Grecia). La instrumentación fundamentalmente acústica, con alguna incursión de la electrónica, incluye una batería de instrumentos tradicionales entre los que destaca el sonido ancestral de la lira, el resultado son melodías poderosas e hipnóticas. Tras esas intensas vivencias en ruta y su plasmación en música han grabado las 14 composiciones del disco en Atenas. El álbum, el cuarto que publica esta polifacética artista griega, está dedicado a la memoria de Thalía Lakovidou, miembro del grupo y compañera en esos viajes.Con su anterior disco, “El secreto de las rocas” (2003), Kristi Stassinopoulou (figura relevante durante los ochenta dentro del movimiento punk heleno) marcó una línea musical creativa e innovadora, profundizando en los oscuros y embriagadores sonidos balcánicos, un álbum muy diferente a los discos que conocíamos entonces de otras artistas griegas al uso, sus creaciones se podían situarse más en la línea experimental de los discos de Savina Yannatou que a los más líricos de Eleftheria Arvanitaki, Alkistis Protopsalti o la gran diva de la canción helena Haris Alexiou.