En el tercer disco de Ana Alcaide ha grabado un repertorio inspirado en la tradición sefardí, una revisión nada ortodoxa de unas piezas que perduran en la memoria de un pueblo que fue expulsado de la Península Ibérica en 1942, que mantiene viva su tradición aún transcurridos tantos años. La multiinstrumentista toledana, intérprete de nyckelharpa -o viola de teclas como prefiere llamar al instrumento de origen nórdico- vive en Toledo, ciudad que mantiene viva la memoria y la huella sefardí. “Estas canciones se inspiran en Toledo y en el viaje de los Sefardíes. Recorren caminos, paisajes y lenguas que siguen la estela de un viaje que quizás nunca encontró destino: el de destierro y no retorno de los Sefardíes, que como muchos otros pueblos emprendieron en su afán de mantener su identidad. Su voz siguió cantando, fiel e inquebrantable al paso del tiempo”, afirma Alcaide en la presentación. Las piezas que interpreta, tanto canciones como instrumentales, muestran la variada influencia de estilos y formas musicales tradicionales con las que enriquece un repertorio donde se cuentan historias y relatan amores, usado para mecer a los más pequeños en la cuna. En esta ocasión, a diferencia de sus trabajos anteriores, a contado con hasta una decena de grandes instrumentistas, han participado Bill Cooley, Josete Ordóñez, Rafa del Teso, Jaime Muñoz, Sergey Saprychev, Dimitri Psonis, Reza Shayesteh,..
ANA ALCAIDE
La cantiga del fuego
(Autoedición, 2012)
www.anaalcaide.com