La voz grave de Ana Moura impulsa otro horizonte para el fado, lo hace cosmopolita, contemporáneo y abierto a otros géneros. Las nuevas cantantes lusas están consiguiendo renovar el género urbano lisboeta introduciendo elementos del jazz, el pop o el rock. La forma de interpretar resulta impactante y la distingue del resto de las nuevas fadistas, desde Mariza (próxima en tesitura vocal), Cristina Branco, Ana Sofía Varela, Joana Amendoeira, Katia Guerreiro,… Los críticos portugueses destacan sus “cualidades primitivas y su sensibilidad natural”. El compositor, productor, arreglista y guitarrista Jorge Fernando –productor de la gran Amália Rodrigues– tuvo un papel importante en sus primeros discos y la ha acompañado en sus recitales por todo el mundo. En su quinto trabajo de estudio –tras un fantástico directo en Lisboa donde fue aclamada por un público entregado– da un giro en su carrera, por un lado ha contado con Larry Klein, el reconocido norteamericano productor de Joni Mitchell, Herbie Hancock –que también está como invitado en su reciente disco– Madeleine Peyroux, Melody Gardot, Tracy Chapman,… Moura ha renovado su repertorio, canta a los nuevos letristas para aportar más frescura e incluye piezas en inglés acercando su estilo a otras latitudes y tratando de ser más internacional. Su fama que se ha visto reforzada al participar en proyectos como The Roling Stone Project donde artistas de todo el mundo hacían una relectura del repertorio rockero. “Mi vida cambió cuando empecé a frecuentar la casas de fado”, ha declarado en las entrevistas, ahora el contacto con productores no lusos, su relación con artistas internacionales –además de “sus satánicas majestades” también ha actuado junto a Prince– y los jóvenes instrumentistas de los que se rodea transita nuevos caminos con decisión y con la mirada puesta en nuevas geografías del alma en este siglo.
ANA MOURA
Desfado
(Universal Music, 2013)
www.anamoura.com