De la nueva generación de cantantes que están surgiendo en Portugal, centrando la atención solo en las voces masculinas, destaca con estilo propio Antonio Zambujo (Beja, Alentejo, 1975), se dice que es el más brasileño de los cantantes portugueses en un plantel espectacular de fadistas (Camané, Pedro Montinho, Ricardo Costa Félix, …). Su punto de partida ha sido el fado, cuando se le pregunta por sus primeras primeras referencias cita nombres como los de la gran Amália Rodrigues y a partir de ahí encontramos a Maria Teresa de Noronha o Alfredo Marceneiro. A lo largo de sus discografía ha ido avanzando en la búsqueda de un lenguaje musical distintivo que la crítica ha llegado a calificar de neofado, Zambujo se ha sabido arropar y matizar sus piezas con elementos y referencias musicales transatlánticas con gran acierto. Prueba de ello fue lo que dejó escrito Caetano Veloso en su blog donde afirmó que “estremece y hasta hace llorar” el escucharlo; tal fue su impresión que Veloso cuando giró Zambujo por ciudades brasileñas lo tuvo como atento espectador en las primeras filas de los conciertos que ofreció. En su anterior trabajo de estudio –titulado de manera inequívoca “Quinto” en referencia al número en su discografía y al que siguió un álbum en directo en Lisboa– se aproximó más aún a Brasil a través de autores como Marcio Faraco. Ahora sus continuos viajes le llevan a expandirse musicalmente además de Portugal y Brasil, por Francia (Serge Gainsbourg), Uruguay (Jorge Drexler) y el África lusófona. Le acompañan Ricardo Cruz (bajo portugués), Bernardo Couto (guitarra portuguesa), José Miguel Conde (clarinete bajo) y Joao Moreira (trompeta). El álbum se transforma en una calle típica de Lisboa por la que transita un viejo tranvia que hace de soporte musical con ecos lusos que se nutre magníficamente de la entrega, sensibilidad y calidez de una voz extraordinaria a la que resulta imposible escapar sin caer rendido a su encanto.
ANTONIO ZAMBUJO
Rua da emenda
(Universal Music, 2014)
www.antoniozambujo.com