Asmâa Hamzaoui canta y toca el guimbri, algo nada habitual y menos aún en público; ha sido la primera mujer marroquí que profesionalmente se dedica a un instrumento que ha estado reservado a los hombres.  Fue el célebre maâlem Rachid Hamzaoui, su propio padre, quien le entregó en un acto ceremonial el instrumento y la reconoció como maestra, ella entones sólo tenía doce años, pero ya era una virtuosa del icónico laúd que acompaña a los gnawas en sus ceremonias ancestrales. El laúd que da el sonido característico tiene un mástil largo con dos, tres o cuatro cuerdas de tripa que se encuentran afinadas mediante tiras, y una caja cubierta de cuero que hace de caja de resonancia. Es un instrumento a la vez sagrado y profano, el bajo del desierto. que tiene un sonido profundo que da la base rítmica junto a las castañuelas metálicas, las qarqâbú. Las ceremonias gnawa, que son los descendientes de los esclavos negros, organizados en cofradías, tienen en su origen una carácter terapéutico, en los que los ritmos hipnóticos se acompañan de percusión y danzas. Actualmente el gnawa se ha transformado en un estilo musical contemporáneo y fusionado con otros géneros, con representantes internacionales como Hass El Ghiwane, Gnawa Diffusion o Aziz Sahmaoui. Al frente de su propio grupo ─Aicha Hamzaoui, Soukaina Elmelyiy, Lamgammah Hind, Meriem Ouillane, Meriem Garrami, todas voces y castañuelas─, sigue siendo fiel a la tradición, tanto en el estilo como en los temas en a los que canta, desde la lejanía, el sufrimiento y la memoria de África están presentes. Asmâa con solo 22 años, es toda una maestra, el disco se grabó  en el verano de 2018 en Stockholm, y se completó a comienzos de 2019 en Casablanca.

ASMÂA HAMZAOUI & BNAT TIMBOUKTOU
Oulad Lghaba
(Ajabu!, 2019)
www.ajabu.com