El virtuosismo de Ballaké  Sissokko (1968) solo se puede comparar con el gran Toumani Diabaté (1965) ─juntos en los 90 rememoraron el encuentro que tuvo lugar entre sus padres en los años 70 donde por primera vez se grabó un disco de kora como solista─; en sus manos el arpa-laud de 21 cuerdas y cuerpo de calabaza que ha acompañado durante generaciones a los jelis ─los griot, como se nombran en francés─ es un instrumento de precisión del que salen notas de una belleza abrumadora que traspasa, captura y brilla con luz propia en la más absoluta oscuridad. En sus melodías centenarias está codificada la historia del pueblo mandinga, esa que se ha transmitido oralmente de generación en generación, atesoran en su toque la memoria, el conocimiento y la herencia. En este trabajo, que toma el nombre de la cuerda larga de su emblemático instrumento, djourou, se produce un diálogo con invitados de diferentes ámbitos, con míticos músicos como la estrella africana Salif Keita ─con quien trabajó desde que se instalase en París, y formó parte de la grabación del memorable ‘Tomora’ (2005)─, la joven korista Sona Jobarteh, el chelista Vicent Segal, el clarinetista Patrick Messina, el cantante Arthur Teboul (Feu! Chatterton), Camile, el cantante inglés Piers Faccini,… Diálogos en la serenidad de un estudio, en silencio y cara a cara, tratando de comprender al otro antes de imponer la voz propia. Lo ancestral y contemporáneo a la vez, en diálogo, escuchándose y sumando emociones.

BALLAKÉ SISSOKO
Djourou
(No Format, 2021)
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