La música de la gente del desierto, los misteriosos hombres nómadas que con sus caravanas han viajado por las tórridas tierras del Sahara y las historias que han transmitido por generaciones de manera oral ─el tamasheq es la lengua tuareg─; con humildad, simbiosis con el medio natural y dignidad. “No olvidamos, lo que conocemos, es lo que hemos redado de nuestro ancestros”, así comienza este trabajo de Oumara Moctar “Bombino”, una declaración de intenciones del guitarrista nigeriano que ha conocido el exilio ─en 1990 estalló el conflicto armado cuando solo tenía 10 años, y tuvo que salir con sus padres a Argelia, y solo siete años después pudo volver a Agadez, la población a la que dedicó uno de sus discos, el segundo que editó en 2016─ y que las condiciones de vida que ha tenido a forjado el carácter, donde la música ha jugado un papel importante, y con la que invita al entendimiento de todos los pueblos. Palabras que se repiten a lo largo de las letras: “no olvidamos”, “recuerdo” y “mis amigos”, y dedica un tema a su propia lengua. En esta ocasión lo ha grabado en Casablanca (Marruecos), y cortes adicionales en Boston (EE.UU. ) y Bruselas (Bélgica). Admirador de Jimi Hendrix desde pequeño, sus mano se deslizan con precisión, fuerza e intensidad por el mástil, los trastes y las cuerdas de su guitarra eléctrica. “La vida es como las ruinas/ en las cuales vivimos”, en su caso la construcción de un universo musical eléctrico y la búsqueda constante de la paz para los suyos y el resto de comunidades y pueblos.
BOMBINO
Deran
(Pias Spain, 2018)
www.bombinomusic.com