Boubacar Traoré ha grabado en Bamako su nuevo disco, y ha contado para la producción con Ballaké Sissoko –el gran intérprete de cora–, y el francés Christian Mousset. La conjunción de dos músicos malís tan exquisitos, sublimes y creativos solo puede dar como resultado un álbum deslumbrante como el que editan, “Mbalimaou” , mis amigos, vendría a decir la traducción. Con el sobrenombre de Kar Kar –el que hace bien los regates y en honor a sus habilidades con el balón de fútbol–, se conoce a este veterano músico que en los años sesenta, en los días posteriores a la independencia del país del Sahel fue muy popular haciendo música moderna: una suerte de blues-folk-rock, con letras donde hablaba del amor –muchas de aquellas canciones estaban dedicadas a su mujer–, que acompañaba a la guitarra con un sonido que evoca inevitablemente con los músicos de blues del delta del río Mississippi pero que en África occidental Ali Farka Touré (1939-2006) fue el gran maestro y con quien tocó. Traoré nació en Kayes (1942), una ciudad al noroeste del Malí y muy próxima a Senegal, y sería la cultura Mandinga en la que creció y sigue creando, pero lo hace no como sus ancestros, aborda sus canciones de manera contemporánea. Para su nueva entrega ha grabado en los estudios Bogolan una docena de piezas donde la voz y la guitarra son fundamentales, donde la percusión (la calabaza) juega un papel secundario y destaca el uso del ngoni (precursor del banjo), el sonido repetitivo e hipnótico del sokou (violín que se toca en la música Wassoulou, región del suroeste de Malí). Pero por encima de todo destacan los diálgos de guitarra, voz y cora, que llega a estados elevados en las dos piezas instrumentales ,“Bougoudani” y “Sina Mousso Djougou”. Composiciones de una serenidad solo comparable la inabarcable, sobrecogedora y gran belleza del desierto, una voz noble y un toque de guitarra limpio, emocionante y embriagador.

BOUBACAR TRAORÉ
Mbalimoaou
(Lusafrica, 2015)
www.lusafrica.com