Se han cumplido veinticinco años desde que saliese Buena Vista Social Club, uno de los álbumes icónicos de la world music en los años noventa ─se estima unos 12 millones de discos vendidos─, un éxito discográfico planetario de leyendas de la música cubana con clásicos de los años 40 y 50, artistas que en algunos casos ya se había retirado de los escenarios, o llevaban muchos años sin actuar. Nick Gold, directivo de la etiqueta World Circuit, había previsto grabar a músicos africanos con artistas cubanos en la isla caribeña, pero los visados no llegaron y quedaron frustrados los planes, aquel proyecto inicial tardó en fraguarse, pero finalmente se materializó en ‘Afrocubism’ en 2010. Ry Cooder ─que había recibido en Madrid de la mano de Santiago Auserón la fabulosa antología ‘Semilla del Son’ (BMG Ariola,1991)─ con la ayuda de Juan de Marcos en marzo de 1996 llevó a los históricos estudios Egrem/Areito de La Habana a Omara Portuondo, Compay Segundo, Rubén González, Ibrahim Ferrer, Orlando ‘Chaíto’ López, Manuel “Guajiro” Mirabal, Elíades Ochoa,… De allí salieron números como ‘Chan Chan’ de Compay Segundo que llegaría a todos los rincones del planeta, junto a ‘Dos gardenias’, ‘Veinte años’ o ‘El Carretero’. Luego llegaron los conciertos, las giras con aquellas leyendas que pese a su edad no dudaron ir a dar conciertos ya fuese en Nueva York o Ámsterdam. En 1999 se estrenó la película documental de Win Wenders con gran éxito, dando un empuje definitivo al proyecto del que salieron discos en solitario, los ‘Introduciendo a…’ de Ibrahim Ferrer, Rubén González ─llegaba el primero al estudio y comenzaba a tocar el piano que ya no tenía en su casa desde hacía años…, al escucharlo le grabaron un disco completo─, Omara Portuondo…, y luego grabaciones en vivo en grandes escenarios como Carnegie Hall (2008)… Coincidiendo con el 25º aniversario de la exitosa publicación se han reeditado aquellos temas en en álbumes con diversos formatos, doble CD y doble LP vinilo, en un fabuloso libro-disco donde se celebra una reunión formidable de legendarios artistas y en la que se incluyen documentos y aportan piezas que no llegaron a publicarse como “Vicenta”, “La pluma”, “A tus pies” y “La Cleptómana” y una toma alternativa “Orgullecida” que ayudan a conocer un poco más aquella reunión única. Un cuarto de siglo después sigue siendo uno de los discos que más escuchamos.