Las músicas de raíz del espacio ibérico están siendo revisadas de manera contemporánea, y Casapalma hacen una inmersión en el folclore cántabro. Irene Atienza y Yoel Molina reformulan las montañesas, una forma tradicional canción que está en conexión con el folclore del noreste español. El nombre del proyecto viene de la casa familiar de vocalista, pero además fue donde se registraron los temas que incluyen en su primer álbum, ─unos 37 minutos, doce piezas─ en las que juegan con melodía y letras transmitidas de generación en generación y que ellos han aprendido de los mayores y grabaciones de campo y ediciones de las pasadas décadas, números que lejos de ser piezas de museo olvidadas hoy siguen entonándose en fiestas y celebraciones regionales. “Un repertorio recodificado y amplificado, llevándolas a la estética de la electrónica experimental” se explica a la salida del trabajo. En Cantabria se está produciendo un nuevo folclore, como ocurre en otros puntos del norte de España, ejemplos como Baiuca en Galicia, Rodrigo Cuevas en Asturias o Neomak en el País Vasco, también entro puntos de la península ibérica  Dulzaro y El Naán en Castilla y León, Marala en Valencia-Cataluña-Islas Baleares, Maestro Espada en Murcia,… En resumidas cuentas, actualización de una tradición a la que se están acercando nuevos músicos, intervenciones  para que sigue viva, actualizándola con elementos nuevos para que salga proyectada a las próximas generaciones superando el placable filtro del tiempo.

CASAPALMA
Montañesas
(Raso., 2023)
www.raso.bandcamp.com