Tratar de compartimentar, segmentar o etiquetar la música siempre ha sido un ejercicio de riesgo, o más bien una necesidad de quienes la estudian o tienen que escribir sobre ella, algo que para los músicos siempre ha sido más que nada una incomodidad o una reducción que generalmente siempre resulta poco afortunada. Así lo entiende también Chico Pérez (Jaén, 1994), formado académicamente con el Título Superior de Música en la especialidad de piano en el CSM de su ciudad, el pianista flamenco que “propone una música sin muros” ─lo aprendió de su maestro David Peña ‘Dorantes’, como el compositor y pianista lebrijano ya publicó en un trabajo memorable, ‘Sin Muros!’ (2012)─. Para su primer álbum ha elegido una palabra, “Gruserías”, que necesita explicación: es el resultado de bulería, uno de los palos flamencos, y Grusin, en alusión alpianista, arreglista y compositor estadounidense de jazz y jazz fusión en quien se ha inspirado para componer las once piezas que ha grabado. La fusión entre el jazz, el blues o la música clásica es un elemento esencial para entender este disco en el que subyace en todo momento el flamenco, con menciones explícitas en los títulos, de Parker a Chopin, da pistas de sus coordenadas estéticas, en piezas instrumentales y canciones, con las voces de Belén Vega y Ángeles Toledano que se ajustan perfectamente al marcho general del álbum; la flauta de Jesús Zájara que dibuja melodías y engarza ritmos; otros músicos que aparecen son David Romero (contrabajo), Alberto Garrido (percusión), Guillermo Hernansaiz (batería) y la palmas y jaleos de Hermanos Gamero y Jesús Ángel Reina. “Que el tiempo no nos robe la niñez, que seamos alma de luz en cada paso de nuestro viaje y no se agote nunca el manantial de la inspiración por bulerías, malagueñas o lo que fuere, que no cese la música en nuestra fiesta y que de todos sea gruserías” dice Chico en la dedicatoria de un luminoso primer trabajo.
CHICO PÉREZ
Gruserías
(La Cupula Music, 2019)
www.chicoperez.es