En los trabajos de debut, sea el género que sea, el artista ha de plasmar su personalidad y cualidades, será su tarjeta de presentación frente al público, y la crítica. Cristian Guerrero (Barcelona, 1986) ha optado, en este trabajo además de mostrar su arte en palos diversos ─por tangos con los que da comienzo el trabajo, con sevillanas, bulerías, zambras, rumbas, soleá por bulerías, alegrías, soleás,… ─, por rodearse de grandes artistas flamencos, desde Arcángel y Dorantes a Diego del Morao o Manuel Parrilla, y los guitarristas Antonio Rey y José Quevedo Bolita. Guerrero tiene un cante afinado donde hay ecos de sus referentes, como Pepe Marchena, Juan Valderrama, Antonio Mairena y Manolo Caracol, o lo que es lo mismo algunos de los mejores cantaores de las historia del flamenco, pero también los contemporáneos como Mayte Martín y Miguel Poveda. Con estas referencias de primer nivel, y sin antecedentes familiares vinculados al cante aunque viene de familia andaluza, ha grabado el joven cantaor el disco, al que llega tras curtirse en los tablaos como el Cordobés barcelonés ─como en los años 60 hicieron muchas leyendas, catedrales del cante y arte─, y pasar por grandes festivales del panorama nacional o el prestigioso certamen Francés en Mont de Marsan. Primera paso firme de un joven cantaor que tiene por delante un prometedor futuro.

CRISTIAN GUERRERO
Entre dos tierras
(Universal Music, 2016)
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