Para entender como Danny Michel ha llegado a grabar este disco tenemos que conocer una historia que comenzó hace tres lustros con un viaje del músico canadiense a Belice. El rockero indie canadiense escapaba del frío invierno de su país y en lo que iba a ser un cálido y amable descanso entre giras se convirtió en un encuentro musical de primer orden, en una fértil colaboración con los mejores músicos de la escena garifuna del pequeño país caribeño que ha sido considerado con uno de los mejores discos, dentro de las escena de las múscas del mundo, publicados en el país norteamericano. Más allá de las playas paradisíacas de Belice el exitoso músico proveniente de una pequeña población próxima a Toronto le conmovió la comunidad amerindia-africana, una singular cultura que surgió del encuentro de esclavos africanos e indígenas caribes, una étnica que se mantiene en las zonas costeras de Honduras, Guatemala y Nicaragua. Gracias al trabajo del figuras como Andy Palacio (tristemente desaparecido a una temprana edad justo cuando alcanzó el éxito internacional), pero también de leyendas como el veterno Paul Nabor o el joven Aurelio, la tradición de la pequeña comunidad garifuna ha sido conocida en todo el mundo, alcanzando los discos editados por la comunidad los primeros puestos de las clasificaicones anuales. En 2011 Danny Michel comienza a trabajar con el productor Ivan Duran para tratar de encontrar el pop-rock del canadiense con la rítmica garifunas -no sin cierto excepticismo-, tal vez como en otros momentos hicieron artistas como Paul Simon, David Byrne y Peter Gabriel con músicos africanos, asiáticos, latinoamericanos,…  buscando nuevas esencias sonoras exóticas que dieron lugar a la famasa etiqueta comercial de la «world music» en la segunda mitad de los años 80. Las letras del canadiense están perfectamente revestidas en este disco con las cadencias, ritmos y percusiones del variopinto colectivo garífuna. Inicialmente el álbum se publicó en Canadá con ocho piezas y tras el éxito alcanzado allí, para la edición internacional, han grabado tres piezas más donde en una de ella canta a dúo con el octogenario Paul Nabor. Este trabajo confirma que el Caribe sigue propiciando fértiles encuentros humanos que se traducen en músicas deliciosas.

DANNYY MICHEL AND THE GARIFUNA COLLECTIVE
Black Birds Are Dancing Over Me
(Cumbancha / Karonte, 2013)
www.cumbancha.com