Cuatro décadas han tardado en grabar un álbum esta banda africana. Todo comenzó en 1979 cuando los miembro de Ouza et Ses Ouzettes, una famosa agrupación senegalesa, deciden abandonarla y se juntan con otros jóvenes músicos para dar lugar a Dieuf-Dieul de Thiès. Toman el nombre de la ciudad y “Dieuf Dieul”, una fórmula que remite al mouridismo predicado a principios del siglo XX por Cheikh Ibrhahim Fall, y que se puede traducir como “Dar-Recibir”, dicho de otra forma: “solo cosechamos lo que hemos sembrado”. A la cabeza de la formación se encontraba el guitarrista Pape Seck, y consiguieron tocar regularmente y alcanzar el reconocimiento; llegarán a sacar dos discos, grabados por Moussa Diallo en Casamance. En los años ochenta llegaron a ser competencia de la mismísima Super Étoile de Dakar, donde estaba integrado el que será la estrella del m´balax, Youssou N´Dour. “Nuestra música era la simbiosis de los grupos étnicos que componen nuestra sociedad: era una mezcla de sonidos afro-mandingas, desde los maestros de la kora hasta la música más estadounidense. “No queríamos conformarnos con jugar en el m’balax local”, afirmó Pape Seck en 2016. Hacían música afro-mandinga, una tendencia del afro-jazz latino que mezclaban guitarras eléctricas. Pape Seck fue llamado por Baaba Maal, y la banda pierde al líder, compositor principal y arreglista, el proyecto se pierde. Tres décadas después aquellas grabaciones volvieron a la luz gracias al sello Teranga Beat, del investigador Adamantios Kafetzis. Fue en diciembre de 2019 en el Instituto Francés de Saint Louis donde grabaron este “nuevo” disco, donde sólo Pape Seck ─que falleció en 2022─, y Bass Sarr permanecen en la fórmula original, junto a músicos jóvenes, procedente de Thiès y de Dakar. El repertorio se mantiene vibrante, y el sonido mantiene su vigencia tantos años después.
DIEUF-DIEUL THE THIÈS
(2023)
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