El Naán ha (re)construido su repertorio haciendo una (re)lectura de las ruinas del Barrio de Debajo de Cerrato en Tabanera de Cerrado (Palencia), lo que queda de los muros de adobe, gruesas construcciones verticales sin techos que se deshacen, además de objetos y enseres que el tiempo ha ido consumiendo, oxidando y degradando. “No hemos pretendido ser recopiladores, ni siquiera respetar ninguna tradición. Sólo escarbar entre las ruinas y emocionarnos con los caminos que nos cruzan” aventuran los miembros del grupo entre los que están Carlos Herrero (bouzouki y voz), Maria Alba (sartén, panderos cuadrados, coros), Adal Pumarabín (almirez batería y pandero cuadrado), Javi Mediavilla (guitarra eléctrica), César Tejero (saxo alto),… La metodología de trabajo está definida de manera clara: “Buscar la raíz, transformar nuestra tradición en emoción para el siglo XXI”. Insisten en que no hacen fusión, que si algo tiene ser lo dejan en arqueología, hacer uso de lo viejo para crear algo nuevo. Desde el antiguo compás cojo 5 x 8, genuinamente ibérico a cantos de siega que juegan con cadencias que recuerdan al Africa Negra, los mismos ritmos que hace cientos de años llegaron a Iberia y que perviven en el código genético de la música tradicional española. También hay flamenco, y panderos cuadrados que desde Peñaparda viajan a Cuba, de Castilla al Caribe. Y, para completar el puzle los versos de Omar Jayyam, el poeta persa del siglo XI. Fascinante colección de ritmos ibéricos, piezas construidas con bases ancestrales y conceptos sonoros novedosos en los que la tradición sigue su camino.
EL NAÁN
Código de Barros
(El Naán, 2014)
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