Se puede caer en la tentación de presentar a Esperanza Spalding como una figura emergente del jazz, pero hagamos memoria y recordemos que la carrera que lleva desarrollada la convierte en una solvente estrella (su primer disco salió en 2006 es el sello Avya Musica). La contrabajista norteamericana ─que confiesa Como referencias en su forma de tocar las de Ron Carter y Dave Holland─ ya suma con este trabajo siete producciones discográficas. Spalding (Portland, Oregon, 1984) se supera a cada nueva producción, crece y se expande hacia la periferia de un género que asume mal las delimitaciones, que juega con las notas tanto que hace de las improvisaciones la base de su personalidad. Claro que no solo la artista ejecuta su instrumento con disciplina, además es compositora y vocalista con lo que redondea su puesta en escena imponente. Este trabajo tiene un hilo conceptual, cada una de las 16 piezas hace referencia a una parte del cuerpo, ya sea la boca o los ojos, los dedos o los abdominales, manos o piernas, hasta las orejas y la mente… Spalding en la voz, bajo acústico, guitarra bajo y kalimba, Matt Stevens guitarra, voces y bajo, y Justin Tyson en la batería, órgano, sintetizadores y ritmos. En suma, una explosiva mujer, que se encuentra en la cima y que da rienda suelta su forma de entender la música, y la expresa libre, intensa y contundente.
ESPERANZA SPALDING
12 Little spells
(Universal Music, 2019)
www.universalmusic.es