En el tercer álbum iLe juega desde el título con su nombre y con un coloquialismo puertorriqueño, “Nacarile del Oriente”, una exclamación enfática que se traduce aproximadamente como “¡Nada de eso!”. La artista caribeña reafirma su afinidad por los géneros clásicos latinoamericanos y la percusión folclórica de su país, pero aún hay más estilos en los que navega como el hip-hop a la manera que hacía con sus hermanos en el grupo Calle 13, o nuevos géneros donde se conjugan los sintetizadores, el art pop y melodías caleidoscópicas, imaginativas e irreverentes. Si bien en el trabajo anterior, ‘Almadura’ (2019), se sustentó en la historia de los ritmos caribeños llevando al oyente a las raíces percusivas de la bomba, sala y otro géneros, ahora se decanta por líneas melódicas ─tras finalizar el proyecto con sus hermanos, debutó en solitario con ‘ilevitable’ (2016) a ritmo de ritmo bolero, mambo y bugalú─. Hay letras de protesta feminista ─“No es que yo sea difícil, es que fui como quería” se confiesa en el “Tragito”─, condenas al modelo de colonización y reflexiones a las dudas y la agitación intelectual individual. Lo hace contando con notables invitadas como Ivy Queen, Natalia Lafourcade, Mon Laferte, Flor de Toloache y Trueno entre otras, también aparece el asturiano Rodrigo Cuevas (‘Cuando te miro’). Una de las grandes artistas de universo latino, con un nuevo álbum propio, libérimo a la vez que clásico que sigue reafirmándola.
