Este cantautor madrileño (y gallego) lleva recorrido un largo camino, formado de manera autodidacta y forjado por un espíritu bohemio de mira abierta. Entrega dos docenas de canciones que vienen con la tarjeta de recomendación de nada menos que Eduardo Aute, un aval que nos condiciona la escucha de unas composiciones que bien pudieran encerar cada una de ellas no solo un mundo, un universo, como esas nebulosas nido donde cada punto que vemos no es más que un conjunto ingente de mundos reunidos. Alcanza aquí Lera la madurez poética, entre texturas románticas, hay baladas delicadas de espíritu rockero. Las dos decenas de trabajos que ha editado en los pasados años dan buena muestra de su titánico esfuerzo creativo que bien han valorado los nombres sobresalientes junto a los que ha trabajado, artistas que van de Sabina a Coz, de Manolo Tena a Alberto Cortez, de Mocedades a Alejandro Jodorowsky… Dice Aute en el prólogo que “sorprende, en estos tiempos de tanta oscura desesperanza, encontrarse con un buen puñado de canciones que invitan a prescindir de la urgencia de este estado de profundo desánimo tanto personal como colectivo, abriendo ventanas a horizontes no tan difíciles de alcanzar, valorando las cosas esenciales de la vida y dando rienda suelta a la realidad de los sueños”. Bienvenida esta fuente de optimismo, romanticismo y delicadeza ¡falta nos hace!

JOAQUÍN LERA
La cuna del agua
(Resistencia, 2014)
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