La música de los rumanos Fanfare Ciocarlia, las poderosas bandas de metales del trompetista serbio Boban Markovic, las bandas sonoras de Goran Bregovic para las películas de Emir Kusturica (ambos de Sarajevo, Bosnia-Herzegovina) representan en general el frenético universo sonoro de la región de los Balcanes –zona con una fuerte presencia de la cultura romaní- para una gran mayoría de público. Pero esta región, cuna de Europa hace 3.000 años, alberga un tesoro musical importantísimo que resulta desconocido aún para la mayoría. Para tratar de subsanar esta laguna Jordi Savall ha editado el álbum “Bal Kan”, un monumental disco-libro donde reúne “músicas de tradiciones antiguas y modernas, músicas rurales y urbanas, músicas de celebraciones o evocaciones: cantos y danzas de orígenes muy diversos, que van de Bulgaria a Serbia, de Macedonia a la Turquía de los confines otomanos, de Rumanía a la frontera húngara, de Bosnia a Grecia, de las músicas sefardíes a las tradiciones cíngaras”. Bal Kan son dos palabras turcas que significan Miel y Sangre, así denominaron a esta región durante cuatrocientos años, un terreno de encuentro de culturas y enfrentamientos. Además, allí los judíos sefardíes encontraron refugio tras su expulsión de la península Ibérica en 1942 dejando su propio legado. El programa, con piezas otomanas y sefardíes, está estructurado en seis partes diferentes según “ciclos de la vida y la naturaleza”, una idea original de Monserrat Figueras (1942-2011), agrupadas bajo los epígrafes: Creación, Primavera, Verano, Otoño, Invierno y (Re)Conciliación. Savall, Hespèrion XXI y hasta cuarenta grandes intérprestes de estas músicas participan en el proyecto, un trabajo monumental de tres maravillosos discos con piezas de belleza, emotividad y brillo intemporal. Tan importante como la música son los textos –traducidos a 12 idiomas- que ponen el marco histórico y social a las piezas seleccionas.
JORDI SAVALL · HESPÈRION XXI · VV.AA.
Bal· Kan. Miel et Sang. Les Cycles de la Vie
(Alia Vox, 2013)
www.alia-vox.com