Músico (autodidacta, su padre tocó como aficionado y fue cronista de jazz), escritor (vocacional, con “Una vez fue verdad” obtuvo un galardón), filósofo (se licenció) y pintor (ocasional), Julio Bustamante es un clásico libérimo e inclasificable de la escena en Valencia. Artista ilustradado al modo renacentista, multidisciplinar, aunque desde los 70 ya hacía música debutó discográficamente en 1981 con el mítico “Cambrers”, para once años después editar “Ciutat magnética”. Aunque “Sinfonía de las oras” (1996), en formato de disco-libro, fue un punto de inflexión en su carrera. En su forma de componer las esencias del Mediterráneo impregnan su forma de ser y estar, la canción popular, con un punto rumbero, con la canción frances e italiana. Dice que no cesa se crear canciones, más como escritor que como cantante afirma, tal vez por sentirse más seguro; así, comienza con los textos para luego arroparlos con melodías sedosas. En general sus canciones son como pequeños cuentos, novelas cortas o historias breves cinematográficas ¡podrían tener cada una su propio corto! Y es que como dice, “me interesa la música que produce sensaciones y te conecta con la realidad”, aunque en su producción hay piezas que culminan y rematan experiencias de pareja, o se fijan en el drama de la migración. Una ilustración naif propia pone la imagen a una colección de doce canciones (donde alterna castellano y valenciano), acompañado por Montse Azorín en la voz y coros, Luis Alcober (piano y teclados), Lucas Balanzá (bajo) y Santi Bernal (batería). María Rodés aparece como invitada. Esencia de la canción de autor y sentimiento pop, melodía y ritmo mediterránea.

JULIO BUSTAMANTE
La misión del copiloto
(El Volcán, 2017)
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