Se instaló en el continente europeo en 1992, Márcio Faraco es uno de los mejores ejemplos de Música Popular Brasileña (MPB) fuera de su país. Hasta que saltó al viejo continente y se dedicó a interpretar un repertorio popular, además de sus propias composiciones. Toda la experiencia acumulada en su dedicación a la música (desde los 10 años tocaba la guitarra) y sus creaciones cristalizaron en un primer álbum, “Ciranda” (2000), un trabajo que fue todo un éxito y le permitió darse a conocer ampliamente tanto Estados Unidos y Europa, y donde contó con la colaboración del gran Chico Buarque. Sus raíces están en el sur de Brasil, en Alegrete (1963), de voz dulce, cadenciosa y envolvente, se mueve desde la bossa nova a la samba, canta de manera elegante, refinada y seductora. El octavo disco de su carrera (iniciada de manera tardía, con casi cuarenta años) está dedicado a Brasil y a Francia, dos países que reconoce por su singular diversidad cultural, social y musical, espacios donde han convergido pueblos, tradiciones e historias. El título del álbum lo toma de un árbol, el anacardo, y simboliza un espacio que ya no existe –han construido un centro comercial donde antes habían árboles en su infancia– y que en su nueva residencia cultiva como recuerdo de su infancia. Entre las once canciones, Farco dedicada una a París, cantada en francés. Un trabajo delicioso.
MÁRCIO FARACO
Cajueiro
(World Village / Harmonia Mundi, 2014)
www.harmoniamundi.com