Es una de las voces más destacadas de Asturias de los últimos años. Más de cuarenta premios ha recibido Marisa Valle Roso (Langreo, 1987) desde que se adentró en la música hacia el año 2000, en la canción asturiana tradicional. Se inició con el gran Alfredo Canga ─una de las voces más prestigiosas─ y desde entonces ha aportado una nueva perspectiva a la tonada acercándola a un público más joven. El primer álbum fue “De lo fondero l´alma” (2011), con una visión panorámica de la canción asturiana que ha conseguido ser uno de los más vendidos de la historia. En este nuevo álbum ─tras no pocas experiencias fuera de su comunidad y registro habitual─ suma trece canciones a su repertorio en un amplio espectro de propuestas, estéticas y autores que hace con solvencia; temas que van ─como no podía ser de otra forma─ del folclore propio a la tradición gallego-portuguesa, la hispanoamericana, el pop y el indie, con la producción de Sebastián Merlín y Charlie Bautista que además aparecen como instrumentistas. Entre las piezas que entrega, en las que se funde, están canciones que han hecho grandes artistas: “Arriba quemando el sol” de Violeta Parra, “Macorina” de Chavela Vargas, “Lela” de Dulce Pontes, “Drume negrita” de Mercedes Sosa (pero también Omara Portuondo). Y un clásico de Victor Manuel, “Planta 14”, a la que da otro aire. Como apunta en la carpeta, tomado de Herni Bergson, “el existir consiste en cambiar, en mudar, en crearse indefinidamente a sí mismo”, así se va construyendo así misma la artista asturiana.

MARISA VALLE ROSO
Consciente
(Autoedición, 2017)
www.marisavalleroso.com