Hacen música folk instrumental de nueva creación para bailar. Se definen como “un grupo apátrida que impregna su sonido de matices que beben de la música popular francesa y de otros países de entorno”. El quinteto trabaja como tal desde hace poco más de dos años y medio: Esther Sáchez (violín) y Sonsoles Arribas (violín) –el célula incial del grupo–, Fabio Morgetta (acordeón diatónico), Diego Sánchez (guitarra acústica) y Juan de la Fuente (percusión). Además, ha colaborado Carlos Beciro (La Musgaña) tanto en la mandolina como en el bajo. Un trabajo artesanal construido entre los cinco que puede poner en la categoría de “vals-folk”, un tipo de música extendida por toda europa que permite tanto bailar en la pista de baile como una escucha relajada, un trabajo intimista, delicado, en el que han cuidado especialmente el sonido. La carpeta del disco está ilustrada por Tomás Gimeno. Han marcado una forma única de trabajar –como hacen también el dúo instrumental Fetén Fetén– tocando piezas propias basadas en la tradición, reuyendo los localismos –sin circunscribirse a una comunidad concreta– y asimilando todas las tradiciones. La música de Martina Quiere Bailar invita a llenar las plazas de música, alegría y como una manera efectiva de acercarse unos a otros.

MARTINA QUIERE BAILAR
Vueltas y Revueltas
(Autoedición / Karonte, 2014)
www.martinaquierebailar.es