Un álbum doble con casi dos horas de grabaciones efectuadas en las montañas del Rif, en Marruecos, por The Master Musicians de Jajouka, producidos por Bachir Attar. Música de trance Jbala Sufi, hipnótica en el desarrollo de cada pieza. Tomas de elevada intensidad que superan los diez minutos y en los que dejan plasmada una tradición centenaria. El primer europeo moderno que se adentró en década de los años 50 fue Brion Gysin, que hizo las primeras grabaciones y a quien escuchó la estrella el rock Brian Jones y que le condujo hasta las montañas con un equipo de sonido mucho mejor; las tomas fueron procesadas en el Reino Unido pero se publicarían de manera póstuma ─Jones falleció un año después de la visita a las montañas─, como: ‘Brian Jones Presents: The Master Musicians of Joujouka’ (1971) se considera una grabación inicial del popular movimiento ‘world Music’ ─etiqueta comercial que se acuñó ya en 1987─. Después de aquella experiencia cundió el ejemplo y allá se fueron músicos como Bill Laswell o Philip Glass. Durante las siguientes dos décadas pasaron Mickey Hart de Grateful Dead, Debbie Harry de Blondie, Talvin Singh, Howard Shore, Marc Ribot, Al Maddy, DJ Logic, John Zorn, Flea (Red Hot Chili Peppers) y Ornette Coleman. Este álbum es la última experiencia discográfica de la formación tradicional ─que sepamos─, un trabajo de músico e ingeniero de sonido Jacopo Andreini que, a finales de 2019 en la madraza grabó con tecnología punta varios estilos. Fueron horas y horas de grabación de las que se han extraído este trabajo bajo la dirección de Bachir Attar, uno de los seis hijo de Abdeslam Attar, entonces pastor y quien abrió una vía al mundo occidental que aún perdura. Un viaje en el tiempo, ancestral, intenso y magnético.