Noori es el creador de la guitarra-tambo que se ve en la portada del álbum, un instrumento híbrido en el que confluye una lira llamada krar, de cinco o seis cuerdas, con una cavidad de resonancia, y una guitarra eléctrica ─que encontró en un depósito de chatarra─. La idea de este joven músico, con sólo 18 años, es mantener viva la música de Beja, un pueblo nómada que vive en las montañas del mar Rojo, en Sudán. A lo largo de la historia la música del país del norte de África se ha mantenido vinculada a la  política y el cambio social; tras el golpe militar de 1989, el ex jefe de estado Omar al-Bashir, hizo lo posible para borrar la cultura del pueblo de Beja. Se clausuraron teatros y se prohibió tanto la creación como la escucha de música, salvo aquellas canciones que servían para glorificar el Islam o la guerra; a los artistas se les encarcelaron, fueron torturados y se produjeron asesinatos. Con este panorama muchos artista sudaneses optaron por salir del país para salvar sus vidas, lo que llevó a un declive de la música popular que se arrastra hasta hoy.  Grabado en Omdurman (Sudán), entregan seis temas instrumentales, donde hay además saxo tenor, guitarra bajo, guitarra rítmica, congas y tabla. Recuerda a artistas como Abdel Aziz El Mubarak o Abdel Gadir Salim, mezcla de estilos musicales occidentales y africanos, crean un sonido propio. La creación como acto de resistencia, música en unos casos sinuosa y cadenciosa, otras rítmica, pero siempre con la idea de defender la cultura de su gente.

NOORI & HIS DORPA BAND
Beja Power! Electric Soul & Brass From Sudan´s Red Sea Coast
(Ostinato Records, 2022)
www.ostinatorecords.com