Esta grabación incluye ocho piezas tiene como inspiración a la luz. Los temas instrumentales ─en conjunto de sonido metálico─ del proyecto ‘The Gleam’ consistía en una actuación en la Sala de Meditación creada por Ando Tado en el Museum San en Wonju, Corea. En aquella estructura ─de forma semiesférica y con una apertura en la parte más alta de lado a lado─ la luz es un elemento crucial en la arquitectura del espacio, una rendija que deja entra la luz natural y que varía su intensidad a lo largo de día. “El sonido fue una forma de llevar la luz más lejos, dándole la sensación de expresarse auditivamente” explica la artista coreana Park Jiha. “Respirar ha sido una parte esencial de todo mi trabajo desde el primer día”, explica en la presentación del proceso de trabajo. “Definitivamente está entrelazado con la música, ya que necesitamos respirar para sentir la música. Traté de tomarme mi tiempo lo más posible con este álbum tratando de expresar lo que sentía en ese momento”. “La música es muy similar a la naturaleza en cierto modo”, así cuando se comienza a escuchar el álbum parece que estamos escuchando el sonido que emiten las ballenas (muy similar a las tomas de en los ochenta hizo Paul Winter). En solitario, toda la música compuesta y grabada por la propia Park Jiha, formalmente inspirada en la música tradicional coreana, tocando el piri ─un tipo de oboe─, saenghwang ─ un instrumento de viento coreano, un órgano de boca─, el yanggeum ─como una cítara─ y el glockenspiel ─instrumento de percusión de láminas metálicas─. “La luz está en una carrera constante hacia el tiempo. Repetitivo, pero constante, solo deja atrás sentimientos temporales. Esto es exactamente lo que quiero imaginar para mi propia música” afirma la multi-instrumentista y compositora.