En el verano de 1967 Pedro Iturralde grabó uno de los discos más importantes para la historia del jazz en España. En aquel LP plasmó cuatro piezas que han marcado un punto de flexión en el encuentro del jazz y el flamenco. Por fin, ambos géneros dialogaban, intercambiaban y se amalgamaban conservando ambos la esencia conceptual, arquitectónica y sonora en toda su dimensión. El trabajo del saxofonista navarro estuvo precedido por otras experiencias musicales que ya abordaron el acercamiento del jazz y el flamenco pero sin los conocimientos necesarios sobre el arte jondo para llegar hasta las últimas consecuencias, entre otros destacan los que idearon en célebre “Sketches of Spain” (1960) Miles Davis y Gil Evans, considerado como el primer proyecto de jazz internacional donde se investigaba las posibilidades de ambas tradiciones focalizado en la adaptación del “Concierto de Aranjuez” del maestro Joaquín Rodrigo (una obra que hasta entonces se conocía esencialmente en los circuitos de música clásica, lejos de su actual popularidadinternacional a la que Davis y Evans contribuyeron). También John Coltraine en “Olé” (1962) realizó algún escarceo en la línea que a comienzos de la década de los años 60 se había iniciado en el jazz donde se buscaban otras tradiciones, como la india o la africana, para matizar las composiciones que se estaban creando. Iturralde (Falces, 1929), en el saxo tenor y soprano, inicialmente estaba más interesado en las melodías populares andaluzas que por el flamenco más ortodoxo, fue gracias a las indicaciones del productor y periodista alemán Joachim Ernest que se incluyó la guitarra flamenca en el proyecto. Si bien Paco de Antequera -el mejor y más reclamado por los tablos madrileños de la época- grabó en las primeras tomas de «Jazz Flamenco», sería Paco de Algeciras (un joven Paco de Lucía a punto de cumplir veinte años que por razones contractuales firmó con seudónimo) quien añadiría su arte flamenco al proyecto.También pariciparon en las grabaciones Paul Grassl (piano), Eric Peter Wyboris (batería) y Diano Piana (trombón de pistones). La primera edición de aquel novedoso disco se editó en 1967, para un año después ver la luz la segunda entrega de una obra magistral que ha dado paso décadas después a los trabajos de Jorge Pardo, Chano Domínguez o el “Flamenco Big Band” de Perico Sambeat, entre otros muchos álbumes que hoy asombran en los auditorios de todo el mundo. Después de muchos años, se reedita -en cd y LP- uno de los monumentos discográficos más valorados de la fonografía jazzística española.
PEDRO ITURRALDE
Jazz Flamenco
(Vampi soul / Munster Records, 2013)
www.munster-records.com