En el nuevo disco de la cantautora palestina Rim Banna, el segundo que se distribuye en España tras “The mirrors of my soul” ( Kirkelig Kulturverksted, 2005), aunque su discografía alcanza ya la decena de álbumes, se encuentra acompañada por el compositor, guitarrista, teclista y percusionista danés Henrik Koitzsch que además ha realizado la producción de este trabajo. Nacida en Nazaret, capital de Galilea en la que actualmente reside, afronta un doble reto: ser mujer en Palestina y ser árabe en un país ocupado. Rim Banna se expresa a través de la música. Ella posee una voz sugerente y bella, capaz de atrapar rápidamente al oyente con su reconocible timbre de voz y prenderse en su memoria para siempre. Las canciones que interpreta están escritas por la poetisa Zuhaira Sabbagh, su madre, y son un vivo espejo de las condiciones de vida del pueblo palestino junto a otros temas que preocupan a cualquier otro ser humano como el amor, la belleza y el deseo, mostrando la esperanza por alcanzar un mundo mejor. Este disco reúne hasta nueve piezas que rezuman melancolía, melodías orientales arregladas de forma contemporánea. Está dedicado este trabajo a los niños palestinos y libaneses muertos en los bombardeos de las casas particulares.