Ya tiene la madurez artística para lanzar su voz con solvencia, personalidad propia y mucho arte como demuestra Sara Correia en los once fados que entrega en el segundo disco con la producción de Diogo Clemente y el acompañamiento en la guitarra portuguesa de Ângelo Freire. Las letras que canta Correia llevan la firma además de propio Clemente en muchos de los casos, también de Joana Espadinha, Paulo Abreu Lima, Jorge Cruz y Luisa Sobral (‘Dizer Nao’, que editó como videoclip) muestra las diferentes formas de amar. Hace un dúo junto a Antonio Zambujo (‘Solidão’), otro de los grandes artistas portugueses que en su canso extiende su música al mundo lusófono en general. La joven artista lisboeta (1993) creció en el barrio de Marvila donde no hay casas de fado pero si una importante escuela como el Clube Lisboa Amigos do Fado, dirigido por Armando Tavares y por donde han pasado grandes artistas como Ana Moura, con quien comparte una tesitura de voz grave. Con solo 13 años se hace ganadora de la prestigiosa Grande Noite do Fado, y desde entonces su vida gira sobre el mismo eje del fado. Cada tanto aparece una nueva fadista que presentan como la sucesora de Amália Rodrigues (1920-1999) ─Amália es única recordaba Mísia, “ha sido, es y será la Reina del Fado”, inimitable en palabras de una artista que abanderó el tradicional estilo lisboeta cuando no era tan prestigioso─, y Sara reconoce a la Reina como gran faro, y apunta preferencias como las Celeste Rodrigues ─hermana de Amália─, Joana Correira ─su tía─, Fernanda Maria, Beatriz da Conceião… En el caso de Sara ha encarnado para una serie para Neflix Portugal a la mismísima Amália, lo que hace inevitable la comparación. Una voz excepcional para el fado, de un talento interpretativo mayúsculo. Se sumerge en el fado hasta una profundidad abisal.
SARA CORREIRA
Do Coraçao
(Universal Music Portugal, 2020)
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