Parece que Thelonious Monk (Rocky Mountain, Carolina del Norte, 1917- Englewood, Nueva Jersey, 1982) en su momento pasó de forma más desapercibida entre los músicos de jazz de posguerra, sin el ruido mediático, y reconocimiento, del que si gozaron otros grandes genios como Charlie Parker o Dizzy Gillespie que ejemplificaron lo mejor del be-bop. Monk es verdad que llamó la atención, creó expectación y fue “muy admirado pero no imitado” dice Lucien Malson en su libro “Los maestros del jazz”. “La originalidad de Monk” afirma Malson, “se manifiesta en primer lugar en su técnica pianística muy poco ortodoxa, en su manera de aplastar las teclas con los dedos tensos, manera de hacer una sonoridad ácida, cruel, pariente cercana de la sonoridad de los instrumentos de viento.” Alejado de la virtuosidad, su forma de tocar es de una cruda sencillez, pero tras esa apariencia hay una complejidad objetiva. Además, a la hora de acompañar no creaba gran entusiasmo, Miles Davis no su desagrado, aunque firmó con el pianista en quinteto de sus mejores trabajos “Bag´s Groove” (1975), además de los discos en cuarteto “The Man I Love” (1973) y “Miserioso” (1958). Éste álbum doble recoge todo lo que se conoce de piano solo, grabaciones efectuadas desde 1954 hasta 1962. Aunque habitualmente grabó en cuarteto, estas tomas (nueve de ellas en París, y el resto en New Jersey y New York) permite conocer de manera desnuda, íntima y sin otro elementos distorsionantes su carácter, técnica y expresividad. Para Monk “La buena música es algo que disfrutas. Es agradable para ti, es bueno para tu oído, cualquier cosa que suene, un buen sonido, es música”, decía este músico que dio un repertorio único en un género en el que se sintió aislado, solo y sin discípulos.
THELONIOUS MONK
Complete 1954-1962 Studio Solo Recordings
(Essencial Jazz Classics/Distrijazz, 2016)
www.distrijazz.com