Se ha escrito con profusión que son una banda de rock´n´roll sahariana, y que sus guitarras bien podían ser equiparadas a los de Grateful Dead el extraordinario grupo de rock folk estadounidense creado a mitad de la década de los sesenta y que estuvo influido por la psicodelia. Cuenta el malí Toumani Diabaté que sin el camino abierto por Ali Farka Touré grupos como Tinariwen no habrían existido, el blues del desierto tiene una cadencia, profundidad y espíritu libre que no se encuentra en otras variantes transatlánticas. Surgieron de las tórridas arenas y de la insurgencia tuareg, la guitarra fue su arma de liberación en las noches estrelladas en los campamentos. El nuevo álbum viene titulado con una palabra que significa Los Grandes, pero también Los Elefantes y sus temas los han registrado tanto en Francia como en H´Hamid El Ghizlane (Marruecos) y en el Rancho de la Luna en el Parque Nacional Joshua Tree en California (EE.UU) donde llegaron en mitad de una gira por América y un lugar que ha servido de refugio para la tribu rockera, entre los más ilustres serían PJ Harvey, Foo Fighters, Iggy Pop o Arctic Monkeys. Alejados de sus espacio natural, en Adrar des Ifoghas ─la montaña sahariana que se encuentra en el borde entre el noreste de Mali y suroeste de Argelia, un espacio de conflicto donde el tráfico y los extremistas de la jihad hacen de aquel lugar un sitio peligroso. El nuevo trabajo de es tan fascinante como cada uno de los que han publicado en la última década, ya sea en estudio o en directo.
TINARIWEN
Elwan
(ANTI- / [PIAS] IBERIA & LATIN AMERICA, 2017)
www.anti.com