Hussein Rassim se formó en el Instituto de Estudios Musicales de Baghdad. Rassim tuvo que abandonar su ciudad  en el verano de 2015, salió por la larga ruta de por los Balcanes hasta después de mucho esfuerzo llegar a Bruselas. Su historia es solo una de las miles de personas que han tenido se huir debido a conflictos o necesidades económicas (según la Organización Internacional para la Migraciones (OIM) el pasado mes de mayo presentó un informe en el que afirmaban que más de 60.000 migrantes y refugiados ha llegado a las costas del sur de Europa a través del Mediterráneo). En Bélgica decenas de músicos han reconstruido sus vidas llegados Siria, Iraq, Afganistán, Pakistán y Tibet. Algunos de ellos se han constituido un ensemble cosmopolita con 18 instrumentistas y cantantes para hacer sus músicas y construir puentes sonoros entre Europa y sus países de origen. Bajo el nombre de Amerli ─la ciudad iraquí tomada por los integristas durante tres largos años y finalmente liberada─ han grabado una colección de piezas tradicionales que bien pudieran establecerse a lo largo de la milenaria Ruta de la Seda. Una colección de piezas maravillosas que transmiten una especial emoción en su escucha. El poderoso poder de la música con bálsamo contra la adversidad, la barbarie y la destrucción.

VARIOS AUTORES
Amerli. Refugees for Refugees
(Muziekpublique, 2016)
www.muziekpublique.be