Desde comienzos de 2012 Malí sufre el azote de los rebeldes islámicos que han llegando a prohibir la música en un país africano de la región del Sahel que ha dado al mundo talentos como los de Salif Keita, Toumani Diabaté, Ballaké Sissoko, Oumou Sangaré, Rokia Traoré, Afel Bocoum, Amadou et Mariam,… y un largísimo etc. El hijo del genial Ali Farka Touré (1939-2006) -uno de los músicos más importantes del continente-, ha grabado un disco extraordinario sustentado en la tradición de su país natal al que está dedicado el álbum. “Es mi declaración ante el mundo de que esta tierra es para los hijos e hijas de Malí, no para Al Qaeda o ningún otro grupo activista. Esta es una tierra de paz y belleza, de rica cultura y de tolerancia. Ese es nuestro legado y debemos luchar para protegerlo como sea” apunta el virtuoso músico, para concluir que por su parte contribuye “haciendo música, para recordar al mundo quienes somos”. Resulta paradójico que aquellas desérticas y paupérrimas tierras sean un semillero casi infinito de artistas y que sin duda su gran riqueza a exportar sea la música. Vieux, diestro tanto en la guitarra acústica y la eléctrica, ha realizado un trabajo acústico que fue concebido con anterioridad a los tristes acontecimientos que están sufriendo sus compatriotas, una colección de piezas grabadas en Bamako -la capital- que muestran el mejor blues africano, y donde además ha participado Sidiki –hijo del maestro de la kora Toumani Diabaté y con quien su padre grabó trabajos memorables-, en dos temas lo que aporta una alta dosis emocial por ser la nueva generación de dos músicos extraordinarios. El quinto disco de Viex Farka Touré no sólo resulta maravilloso por la música que ha grabado y en al que demuestra su dominio del instrumento y el conocimiento de la tradición africana, además, muestra el firme compromiso con su tierra.

VIEUX FARKA TOURÉ
Mon Pays
(Six Degrees / Karonte, 2013)
www.sixdegreesrecords.com