Se trata de la segunda entrega del trío mongol-búlgaro-francés, dos violinistas y un percusionista, procedentes del colectivo Assoce Pikante, la asociación con sede en Estrasburgo e integrada por artistas que están desarrollando proyectos en el espacio creativo de las nuevas músicas tradicionales, un arco geográfico que cubre desde los países del entorno mediterráneo (norte, sur, este y oeste) a las regiones balcánicas y mucho más allá, hasta la lejana Mongolia. En este trabajo siguen el camino iniciado con el disco de debut homónimo y que editaron en 2010, integran en un fascinante cruce de culturas sus códigos musicales, culturales y vivenciales, composiciones a las que hay que buscar su origen en las lejanas estepas mongolas tanto por las poderosas voces guturales como por instrumentos de cuerda como el morin khoor o matuqin–un violín vertical de dos cuerdas, hebras de nylon o pelos de cola de caballo, que cuenta con un clavijero adornado con la cabeza de un caballo– que aquí está interpretado por el mongol Dandarvaanchig Enkhjargal. Pero también está presente la gadulka –violín vertical búlgaro que incorpora tres cuerdas melódicas y once simpáticas– de Dimitar Gouvot. Y la amplia batería de percusiones que aporta el francés Fabien Guyot que incluye cualquier objeto susceptible de ser golpeado y capaz producir sonido. En la decena de piezas acústicas que han grabado se produce una sinergía intensa, natural y fluida, una interacción explosiva que se puede comprobar en la pieza en directo que incluyen y que sirve de botón de muestra de sus puesta en escena. Sus interpretaciones tienen toda la fuerza del rock, hay mucha psicodelia y un ritmo salvaje que alcanza momentos álgidos en piezas como “Djore dos” o “Gypsy wedding” la pieza más balcánica del disco.
VIOLONS BARBARES
Saulem ai
(World Village / Harmonia Mundi, 2014)
www.worldvillage.com