En el primer trabajo conjunto que publica el dúo de la chelista Iris Azquinezer y el guitarrista alemán Rainer Seiferth revisan el repertorio sefardí, un cancionero que viene marcado por la expulsión a finales de siglo XV de la península ibérica y la diáspora posterior les llevó a diversos lugares del área mediterránea. Piezas de profunda melancolía, aunque también para acompañar actos sociales como los nacimientos, bautizos, bodas y defunciones, entre otras reuniones familiares y colectivas. El título del álbum, “Hagadá”, significa leyenda en hebreo. “Un homenaje al recuerdo y a la transformación a través de melodías sefardíes” dicen, “cada canción de este disco evoca un mundo sonoro nuevo, sin olvidar su origen y su esencia”. Zaruk nace con la idea de ser “una tierra sonora, un imaginario musical que une tradición y actualidad”. El legado musical de los judíos que habitaron tierras peninsulares prácticamente se ha perdido, si se ha conservado algunas de sus letras, pero en su gran mayoría las melodías que conocemos han pasado de generación en generación de manera oral y asimilando una instrumentación diferente según el lugar de procedencia. En diálogo un violonchelo y una guitarra (como invitados puntualmente aparecen el percusionista David Mayoral, el santur de Bill Cooley, en el handpan Ravid Goldschmidt, y en un tema la cantante María Besarte), lectura instrumental de sentimientos cargados de nostalgia.
ZARUK
Hagadá
(Rosevil, 2016)
www.rosevil.es