Nos llega una nueva revelación musical desde Cabo Verde, el pequeño archipiélago atlántico que aprendimos a situadar en el mapa mundial de las músicas del mundo gracias a Cesaria Évora (1941-2011). Unas islas caídas en el ólvido tras la descolonización, el cambio en las rutas marítimas y el abandono de sus puertos. De aquellas islas volcánicas han salido destacados compositores y cantantes, de Teófilo Chantre a Tito Paris. Más recientemente artitas como Lura o la joven Sara Tavares (cantantes que han sido lanzadas mundialmente desde ciudades como Lisboa o París), que daban continuidad al trabajo de la «la diva de los pies descalzos». La de Zé Luis es una voz madura, sedosa y cautivadora, un cantante que ha compaginado durante toda su vida el amor por la música con el modesto oficio de carpintero. Nació en Praia -la capital de la isla de Santiago- en 1953 y se trasladó a los ocho años a Príncipe (una isla que junto a Santo Tomé están ubicadas en el golfo de Guinea, al noroeste de la costa de Gabón, casi sobre la línea ecuatorial), donde trabajaron sus padres en una plantación de la entonces colonia de Portugal. Lejos de su archipiélago natal en las reuniones con otros caboverdianos había música y en especial se cantaba morna -pero también otros estilos musicales tradicionales- que servía para aplacar la nostalgia en un lugar al que habían sido trasladados de manera obligada para trabajar. En 1969 de regreso a la capital donde nació llamó la atención su voz, la forma de cantar y el extenso repertorio que interpretaba y que aprendió en aquellas jornadas de descanso y reunión. En el albor de los años 70 toma el seudónimo de Zé Luis y comienza a participar en serenatas, fiestas y otros actos sociales en los que desgranaba una amplio abanico de estilos, desde canciones ya casi olvidadas a piezas de autores contemporáneos. Ahora, próximo a cumplir los sesenta años de edad, por fin este artista vocacional que atesora una sensibilidad increíble, consigue grabar su primer álbum. El disco de debut de Zé Luis es exquisito, dulce y sensual. En la colección de piezas que nos presenta está acompañado tan sólo de un sutil trío de cuerdas formado por guitarras y cavaquinhos, piezas envueltas del optimismo de un artista que supo esperar la oportunidad de cautivarnos.
ZÉ LUIS
Serenata
(Lusafrica, 2012)
www.lusafrica.com