Ha querido recuperar, cantar y compartir ahora las piezas que han permanecido en su memoria musical desde la infancia, “aquellas antiguas sonoridades que surgían de la radio de la abuela” así lo afirma Zenet en un ejercicio de “respeto por lo antiguo y por su herencia”. Dice artista malagueño que en otra vida nació en La Habana, y que antes o después tenía que regresar al origen. Y para buscar nuevos ecos a las viejas composiciones nadie como Manuel Machado en los arreglos, el trompetista cubano residente en España desde hace décadas y que ha participado en centenares de grabaciones y tocado para decenas y decenas de proyectos ─sólo hasta hace pocas fechas editó un disco propio, ‘Vivencias’ (2015)─, y la gran colección Gladys Palmera para la selección de autores. Y el reto no es pequeño, poner en su voz al servicio de grandes como Bola de Nieve, Celeste Mendoza, Olga Guillot, Rolando Laserie, Nelson Pinedo, Marta Valdés… o dar vida a un bolero de nueva creación pero interpretado como si fuera hace más de medio siglo. Boleros y canciones, ‘Tu no, yo si’ de Matamoros, ‘Devuélveme mis besos’ de Ignacio Villa o ‘Imágenes’ de Frank Domínguez, con una banda que incluye a otros grandes músicos cubanos asentado a este lado del Atlántico, Pepe Ribero, Yelsy Heredia (contrabajo), Moisés Porro (percusión). Remata a lo grande, con el alma, con una décima del escritor, repentista, investigador y docente habanero Alexis Díaz Pimienta. Un reto emocional para Zenet, una entrega a sus emociones más profundas y una generosa voluntad de reconocer donde tiene sus coordenadas esenciales.