La colisión de Za! y Perrate ha generado una galaxia sonora, una explosión de la poliritmia mixturada por los códigos de lo jondo, a la que han dado el enigmático nombre Jolifanto. El título está tomado de la primera palabra del ‘Karawane’, el seminal poema fonético dadaísta de Hugo Ball, aquel que cuando se recitó por primera vez, en 1916 en el Cabaret Voltaire, la crónicas dejaron recogido que tanto el autor como los asistentes se vieron sumidos en un trance que culminó con la toma del escenario por parte del público y el escritor y poeta alemán llevado fuera. El dúo catalán se mueve entre el jazz asalvajado, el post-rock y la electrónica avant garde; el cantaor de Utrera, miembro de uno de los linajes más antiguos del flamenco, lleva décadas moviéndose en los bordes de un género que corre por sus
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