Morente no tiene límites, el granadino como el Universo sigue en una extraordinaria, imparable y magna expansión que trasciende las innecesarias fronteras. El ‘punto cero’ del colosal big band donde surgió el genial artista flamenco hay que buscarlo el día de Navidad de 1942 en Granada cuando su madre lo alumbró mirando a la Alhambra, ‘cuando mi madre fue a parir se colocó mirando a la Torre de la Vela’ reconocía el Maestro que desde su mismo nacimiento mantendría una estrecha relación con el monumento nazarí, aquel que en la plaza de los Aljibes frente a la Puerta del Vino dos décadas antes acogió uno de los puntos de inflexión de la historia del flamenco, el Concurso de Cante Jondo que tuvo como impulsores entre otros a Manuel de Falla y Federico García Lorca.
Tuvo un conocimiento excelso del arte jondo, un dominio completo de los palos y, fruto de una inagotable curiosidad, la genialidad para crear nuevas sonoridades flamencas. “Porque si hay algo que define la actitud artística de Enrique Morente es su curiosidad, su atrevimiento, su capacidad para mezclar la diferentes influencias musicales que fue recibiendo a lo largo de su carrera, con el arte puro y esencial que manaba de su talento innato para el flamenco” escribe la directora General del Patronato de la Alhambra y Generalife María del Mar Villafranca Jiménez en el catálogo de la exposición ‘Universo Morenete. Creación y vida de Enrique Morente’ que tuvo lugar del 28 de octubre de 2014 al 1 de marzo de 2015 en la salas temporales del Museo Bellas Artes de Granada en el Palacio de Carlos V, la Alhambra ─ el mismo espacio donde tantas veces ofreció recitales─, y en el Centro de Documentación Musical de Andalucía. Además, de un comité asesor formado por los especialistas José Manuel Gamboa, Balbino Gutiérrez, Pedro G. Romero y José Luis Ortiz Nuevo.
Enrique Morente es un complejo galáctico inabarcable, contiene constelaciones de todas las formas, nebulosas abstractas y un número infinito de sistemas planetarios multicolores y pluriformes. Una tarea inútil la de tratar de contener el ‘Universo Morente’ entre cuatro paredes, por mucho que los muros que contengan todos sus mundos posibles sean los sobrios, macizos y poderosos de la antigua ciudad palatina nazarí. Aún así, asumiendo todas las limitaciones, pero toda la admiración al genial artista, se hizo la muestra que comisarió Amaranta Arioño, con el diseño de Andrés Mengs y la apasionada colaboración de la familia Morente Carbonell.
Unas ochocientas piezas formaron parte de la exposición, “un proyecto plural y multidisciplinar donde las artes plásticas, la escena, la música, la palabra y la poesía se unen con la intención de mostrar el legado del cantaor granadino y recordar a uno de los artistas andaluces más universales”.
En el fantástico catálogo, sencillo, bello y delicadamente editado, se pueden volver a disfrutar aquellas piezas expuestas en Granada, unas páginas ricas en fotografías que enseñan toda su trayectoria, junto con textos de especialistas con los que podemos saber, entender y disfrutar más el legado de una persona excepcional, un artista único, el genio completo que es Morente. En la interpretación del ‘Ronco del Albaicínֹ’ está el infinito universo flamenco ─el que le precedió, el que creó y el que tiene que vernir─, el vanguardista artista flamenco más emocionante que ha dado Granada.
Varios Autores. Universo Moronte. Creación y vida de Enrique Morente. Catálogo de la exposición en el Palacio de Carlos V, Granada, del 28 de octubre de 2014 al 1 de marzo de 2015. 270 páginas. (Patronato de la Alhambra Generalife-Tf. Editores, 2014) www.alhambra-patronato.es
